Veracruz, el Camino Blanco

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Los caminos blancos mayas, de diez metros de anchura y algunos de ellos con más de cien kilómetros de longitud, fueron construidos sobre los fangosos suelos de las selvas tropicales para conectar las ciudades de esta cultura, fundamentalmente en la segunda mitad del período clásico (600-1000 d.C)”, comenta el periodista Miguel de la Quadra Salcedo, director de la Ruta Quetzal BBVA.

Veracruz fue fundada por Hernán Cortés en 1519 y en ella se constituyó el que fue el primer ayuntamiento y la primera ciudad de la América Continental.

No se pierda vivir de pleno el contacto con la naturaleza en Veracruz. El Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano le permite bucear en su zona de arrecifes y contemplar peces, corales y especies submarinas entre visita y visita a edificios con historia.

Veracruz fue el último territorio en alcanzar la independencia en México. La capital del Estado se encuentra a cuatrocientos kilómetros del D.F., en la región del Golfo de México. Con una temperatura de 25 grados centígrados y una costa privilegiada para practicar el submarinismo, se convierte en uno de los destinos más demandados por los turistas.

Se trata de un lugar con constantes reminiscencias históricas, un punto en el que tanto la cultura maya como la llegada de Hernán Cortés lo han convertido en el punto de partida para conocer lo más profundo del sentir mexicano.

Veracruz fue fundada por Hernán Cortés en 1519 y en ella se constituyó el que fue el primer ayuntamiento y la primera ciudad de la América Continental. Hoy es el puerto más importante de México por su especial enclave geoestratégico y una ciudad emblemática.

La vistosidad de sus aguas la ha permitido acoger la Gran Regata conmemorativa del Bicentenario de las naciones de Iberoamérica, donde se dieron cita a finales de junio los mayores veleros del mundo.

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La vinculación de Veracruz con la historia es lo que motivó que la Ruta Quetzal BBVA, en su XXV aniversario, iniciará su viaje en este punto estratégico, desde donde los 207 expedicionarios de 54 países que la componían, comenzaron su recorrido por los caminos que construyeron los mayas.

“Los caminos blancos mayas, de diez metros de anchura y algunos de ellos con más de cien kilómetros de longitud, fueron construidos sobre los fangosos suelos de las selvas tropicales para conectar las ciudades, fundamentalmente en la segunda mitad del período clásico (600-1000 d.C)”, comenta el periodista Miguel de la Quadra Salcedo, director y creador de la Ruta Quetzal BBVA.

Su finalidad tenía una doble vertiente: se utilizaban como vía de distribución y como avenidas dentro de las ciudades; además constituían la vía de comunicación para unir las diferentes ciudades, siendo capaces de representar las relaciones dinásticas, familiares y las alianzas político-territoriales.

CAMINOS ATLÁNTICOS.

Los expedicionarios siguieron la estela de los caminos construidos por los antiguos mayas en la costa atlántica de México, y tuvieron la oportunidad de observar conocido aspectos de las culturas totonaca y olmeca.

Siguiendo esas rutas han pasado por las antiguas urbes de Palenque, Uxmal, Kabah o Chichén Itzá, centros arqueológicos en los que los mayas dejaron su impronta para la humanidad en el terreno científico, cultural y artístico.

Pero, además de descubrir una parte de los caminos blancos, no hay que abandonar Veracruz sin disfrutar de las vistas desde el Faro y pasear por el Baluarte de Santiago y la fortaleza de San Juan de Ulúa, construida en medio del mar, en un islote y convertida hoy en museo. No se olvide visitar la catedral de Nuestra Señora de la Asunción.

La fortaleza de San Juan fue reconocida, en 1933, como monumento histórico por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y ha tenido varias funciones desde la época de la conquista española. Desde simple muralla para amarrar las naves, pasando por fortaleza para defender la ciudad de los piratas, hasta hospital, faro e, incluso, estuvo habilitada un tiempo como cárcel.

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Veracruz está rodeada de impresionantes ruinas arqueológicas. A pocos kilómetros de la ciudad encontramos un magnífico exponente de la cultura totonaca en El Tajín (trueno, en la lengua de origen), donde entre todas las construcciones destaca la Pirámide de los Nichos, de dieciocho metros de altura, que equivale a seis pisos.

Está cubierta con bloques de piedra tallada, a la que sólo se puede acceder por una escalinata decorada con balaustradas. La estructura piramidal visible se superpone a otra más antigua. Dispone de 365 nichos –de donde proviene su nombre- que simbolizan los días del año.

Para los amantes de la naturaleza, no deje de visitar el Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano, que le permitirá bucear en su zona de arrecifes y contemplar peces, corales y especies submarinas, entre visita y visita a edificios con mucha historia.

Por Inmaculada Tapia.
EFE REPORTAJES.


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Cancún: sol, palmeras... y guantes de boxeo

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El boxeo y la playa. Boxeadores con guantes y turistas en bañador llevan camino de convertirse en la estampa singular de la Riviera Maya, la joya del Caribe mexicano que aspira a consolidarse como un centro de grandes peleas a la altura de las Vegas, capital mundial del pugilismo profesional.

El atractivo turístico de las playas de Cancún y las ruinas mayas abren la puerta al mundo del boxeo. La noche de campeones de 2007 abrió camino.

Antes del boxeo, el 'bel canto' de Pavarotti maravilló en Chichén Itzá.

Una pelea a bordo de un crucero, el próximo reto del boxeo.
El 8 de marzo de 2008, el púgil kazako Oleg Maskaev y el nigeriano Samuel Peter disputaron el título de los pesos pesados, que finalmente se llevó Peter.

Desde entonces, la joya turística del Caribe mexicano está en boca del mundo del boxeo, y especialmente desde que hace unos días en las ruinas mayas de Xcaret se ha disputado una velada con boxeadores de México, Brasil y Filipinas.

La noche de campeones que reunió en Cancún a cien grandes del boxeo mundial en 2007 selló el matrimonio entre este deporte y el turismo, que continúa actualmente con el "Reto Maya en Xcaret", una velada que mezcla deporte con arqueología.

En esta velada, celebrada el pasado 6 de junio, participaron el ex campeón mexicano Omar Niño y el filipino Juanito Rubillar, que pelearon por el derecho a disputar el título mini mosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), el mexicano Saúl "Canelo" Álvarez con el brasileño Jefferson Goncalvez en peso welter y el mexicano Wilfredo Uicab con el filipino BJ Dolorosa.

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"Es una oportunidad extraordinaria para mostrar la Riviera Maya; el boxeo le abre camino al turismo", comenta el alcalde Román Qian sobre la velada "Reto Maya en Xcaret".

Tras luchar durante décadas para despojarse de la etiqueta de “deporte sangriento” y pese a que los desenlaces fatales no cesan, el boxeo se ha convertido en un motor del turismo en la Riviera Maya, una franja de cien kilómetros donde se encuentran Cancún, Playa del Carmen y Xcaret , el mayor parque ecológico de la región.

Una asistencia de 6.000 espectadores a la velada boxística de junio en el gran teatro de Xcaret confirmó el fenómeno de los turistas que van a las playas del Caribe a buscar algo más que arena y sol.

Cada año, millones de visitantes llegan a Cancún, que tiene una capacidad hotelera de 60.000 habitaciones, muchos de ellos atraídos por la exótica combinación de playa, selva y ruinas arqueológicas de Xcaret, el parque ecológico creado hace dos décadas.

El promotor de la pelea celebrada el 6 de junio, José Gómez, que dirige el periódico "Quequi" de Cancún, sostiene que el aumento en la cifra de ocupación hotelera ese fin de semana se debió precisamente a la velada. "El boxeo le responde al turismo", asegura.

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El Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que dirige el mexicano José Sulaimán, y el promotor José Gómez, dicen tener claro el camino que deben seguir para mantener la presencia del boxeo en la Riviera Maya.

"Tenemos planes para 2010", como invitar a pelear en Cancún al filipino Manny Pacquia, el mejor del mundo libra por libra, que ha derrotado en numerosas ocasiones a los púgiles mexicanos.

Pero el proyecto más grande es la organización de una pelea de título mundial a bordo de uno de los cientos de cruceros que cada año hacen una parada en las agudas del Caribe mexicano.

LOS MAYAS.

Los antiguos mayas fueron astrónomos, matemáticos y adoraron religiosamente el juego de pelota; sus descendientes destacan en todos los campos, y entre ellos hay grandes campeones del boxeo y hoy son los primeros en tener peleas en un sitio arqueológico.

Los ganadores del juego de pelota eran decapitados, como forma de recompensa por su victoria, ya que así habitarían con los dioses. Hoy, los ganadores de una pelea de boxeo viven con gloria y un cinturón de campeón mundial, y son considerados promotores del turismo.

Freddy Castillo, dos veces campeón del mundo; Miguel Canto, Guty Espadas, Juan Herrera y Melchor Cob son peleadores de ascendencia maya que le han dado a México títulos del mundo y que son reconocidos como grandes figuras deportivas.

La historia de Xcaret, palabra que significa "pequeña caleta", está relacionada con la veneración de los mayas a la diosa de la fertilidad, Ixchel, en la isla de Cozumel. Xcaret era uno de los puntos de partida y llegada para los mayas que abordaban pequeñas embarcaciones para cumplir con la peregrinación.

La ceremonia ha sobrevivido al paso del tiempo y su celebración anual es uno de los momentos más importantes del calendario turístico de la región.

Entre los años 1.200 antes de Cristo y hasta la llegada de los españoles a México, en 1520 la cultura maya se extendió desde la península de Yucatán y el estado de Chiapas hasta Guatemala y el norte de Honduras. En la primera mitad del siglo XVI la mayoría de sus ciudades ya habían sido abandonadas.

Los enclaves arqueológicos mayas han sido escenario de conciertos musicales de grandes figuras, como Luciano Pavarotti, que cantó el 4 de octubre de 2005 en las ruinas de Chichén Itzá, patrimonio cultural de la humanidad y uno de los lugares más conocidos del mundo.

José Antonio Torres.
EFE REPORTAJES.




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Casablanca: la palpitante metrópoli de Marruecos

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Casablanca – Dar El-Baïda. Grande, inquieta, entusiasta y desenvuelta. Con alrededor de 4 millones de habitantes, Casablanca es la palpitante metrópoli de Marruecos. La ciudad se expandió rápidamente durante la primera época del protectorado francés y sigue atrayendo hordas de campesinos pobres que sueñan con un estilo de vida mejor. Muchos lo han logrado y alardean orgullosos de su nueva riqueza, mientras otros se consumen en las paupérrimas barriadas de chabolas de la periferia.
Casa, como se conoce popularmente, es una ciudad de contrastes increíbles. Pese a su falta de grandes atractivos, ofrece una perspectiva única del Marruecos moderno. En muchos sentidos, representa los sueños y esperanzas del país, y una vez se sacie de los encantos más tradicionales de Marruecos, puede se un lugar fascinante para descubrir. La vida en Casablanca es mucho más cosmopolita que en otras partes de Marruecos: las gafas de sol de diseño han sustituido al velo y hombres y mujeres se mezclan más fácilmente, tanto en las playas como en los modernos bares y clubes de la ciudad.
Más afín a las urbes del sur de Europa que a Fez o Marrakech, en Casablanca se fermentan problemas sociales y hay un tráfico acelerado, así como amplios bulevares, parques públicos, fuentes y una magnífica arquitectura colonial. Bordean las calles imponentes edificios hispano-moriscos, y joyas art deco y modernistas. Algunas están restauradas de maravilla y otras desaparecen en un deterioro vergonzoso. Sus fachadas decadentes presentan un gran contraste frente al monumento moderno más famoso de Casablanca: la enorme y ornamentadísima mezquita de Hasan II.

Casablanca ciudad

Casablanca es una ciudad enorme y moderna. La medina (la parte más antigua de la ciudad) e relativamente pequeña y queda en el norte, cerca del puerto. Al sur de la medina está la Place des Nationes Unies, una gran intersección que señala el centro urbano. Las calles principales se ramifican desde: Ave des Forces Armées Royales (Ave des FAR), Ave Moulay Hasan I, Blvd Mohammed V y Blvd Houphouet Boigny. La Ave Hasan II lleva a la Place Mohammed V, fácilmente reconocible por sus magníficos edificios administrativos art deco.
Al sudeste está el Quartier Habous o nouvelle medina y al oeste Aïn Diab, la zona residencial de la playa en la que hay hoteles exclusivos y clubes nocturnos.

La estación de autobuses de CTM y la estación de ferrocarril de Casa Port están en el centro. La estación de Casa Voyageurs está a 2 km del centro, y el aeropuerto, 30 km al sudeste de la ciudad.
Casablanca es el centro comercial de Marruecos y muestra más interés por los grandes negocios internacionales que por el dinero del turismo. Para el viajero puede ser una visita bastante prosaica; además, para el tamaño que tiene, no posee muchos atractivos turísticos tradicionales. Aparte de la increíble mezquita de Hasan II, el principal atractivo de la ciudad consiste en pasear por sus barrios: el estilo art deco del centro, la aburguesada zona de mercado del Quartier Habous y las vistas de la playa de la Corniche. Casablanca se aprecia más si se han visto antes otras partes de Marruecos y se puede comparar su ambiente cosmopolita con la vida en el resto del país.


Peligros y advertencias

Aunque Casablanca puede parecer bastante tosca, es relativamente segura para los turistas. Sin embargo, hay enormes diferencias de riqueza. Como en cualquier gran ciudad, hay que estar alerta. Se debe tener cuidado al caminar de noche por el centro y sobre todo en la vieja medina y sus alrededores. Si se vuelve tarde de un bar o discoteca, es mejor tomar un taxi.

Historia de Casablanca

Aunque los fenicios recorrían la costa casi con toda seguridad comerciaban por la zona de lo que hoy es Casablanca, los primero pobladores conocidos de la región fueron los barghawata, una tribu bereber. El estado independiente que fundaron en Anfa (actualmente un barrio de las afueras de Casablanca) en el siglo VII fue conquistado por los almohades en 1188 y tomado por los Benimerín setenta años después.
Al debilitarse la dinastía benimerín a principios del siglo XV, las tribus de la zona volvieron a tomar el control, convirtiendo el puerto en un refugio seguro para piratas y mafiosos. En la segunda mitad del siglo XV, los piratas de Anfa se habían convertido en una amenaza tan seria para los portugueses que se enviaron desde Lisboa 10.000 hombres y 50 barcos para someter a los corsarios. Anfa fue saqueada y quedó en ruinas. Sin embargo, las tribus locales no se inmutaron y continuaron aterrorizando las rutas comerciales, provocando un segundo ataque de los portugueses en 1515. Setenta años después, los portugueses llegaron para quedarse, levantaron fortificaciones y rebautizaron el puerto como Casa Branca.
En 1755, un terremoto devastador destruyó Lisboa y ocasionó graves daños en Casa Branca, obligando a los portugueses a abandonar la colonia. Aunque el sultán Sidi Mohammed ben Abdallah volvió a colonizar y fortificar posteriormente la zona, nunca recuperó su antigua importancia. En 1830 era poco más que un pueblo de 600 habitantes.
A mediados del siglo XIX, Europa experimentó un auge y recurrió a Marruecos por sus grandes provisiones de lana y cereales. Al poco, las fértiles llanuras en torno a Casablanca alimentaban los mercados europeos y los representantes y comerciantes llegaron en masa a la ciudad. Los comerciantes españoles rebautizaron la ciudad como Casablanca y a principios del siglo XX los franceses ya habáan conseguido permiso para construir un puerto artificial.
El aumento del comercio dio prosperidad a la región, pero las actividades e influencia de los europeos también causaron mucho sentimiento entre al población autóctona. La violencia estalló cuando en 1907 los trabajadores europeos comenzaron a construir una vía de cantera que pasaba por un cementerio musulmán y los procolonistas franceses no dejaron pasar la oportunidad de enviar tropas para sofocar el conflicto. al poco llegaron un buque francés y una compañía de marineros que bombardearon la ciudad.
Casablanca se sumió en una feroz batalla al pelear por el control las tropas francesas, las tribus del interior y los lugareños. Al final se impusieron los franceses, quienes comenzaron gradualmente el proceso de colonización, destronando al sultán y, en 1912, declarando Marruecos protectorado francés.
La ciudad comenzó a experimentar un auge y a expandirse rápidamente. Bajo el dominio del primer general residente frnacés, Louis Hubert Gonzalve Lyautey, surgió un gran plan para convertirla en centro económico del nuevo protectorado. Sus amplios bulevares y su moderna urbanización perduran y hacen que la ciudad sea para siempre diferente de las capitales imperiales de Marruecos. No obstante, Gonzalve subestimó el éxito de sus propios planes y la ciudad creció mucho más de lo que entraba en sus elaborados esquemas. Al final de la Segunda Guerra Mundial, Casablanca tenía 700.000 habitantes y las afueras estaban rodeadas de convulsas barriadas.
La ciudad de Casablanca aún tiene enormes desigualdades de riqueza y las barriadas de chabolas se ven fácilmente en el trayecto en tren desde el aeropuerto. Todos los días llegan nuevos inmigrantes y por cada uno que tiene éxito, muchos otros continúan luchando.

Reportaje - Creador:  http://www.conocermarruecos.es


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Baracoa (Cuba) 500 años, pero cada día más joven (vídeo)

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Bahía de Baracoa. Foto: Roberto Suárez
▶ Cuentan en esta tierra de tradiciones y leyendas, que le llamaron “Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa” hace 500 años. Pero lo que a fuerza de pólvora, látigo y sangre los conquistadores quisieron imponer, no perduró en el tiempo. Aquella voz aborigen que gritaban los nativos: “Baracoa… Baracoa” ha llegado hasta nuestros días como el nombre de esta ciudad: la primada de Cuba.
Fundada el 15 de agosto de 1511 por Diego Velázquez, la  historia de la primera capital y obispado de la mayor de las Antillas, comienza con la llegada de Cristóbal Colón, el 27 de noviembre de 1492.
Sin embargo, llena de historia como está, su mayor tesoro es su gente, mezcla de aquellos habitantes de antaño pero con algo que los hace excepcionales: los baracoesos aman este pedazo de tierra que mira al Caribe y en cada palabra lo reafirman.
Para los ojos de quien descubre por primera vez estos parajes de Cuba, la belleza de la naturaleza y el alma marinera de su pueblo es un festín de cultura y tradiciones. Aquí perduran, tras siglos de historia, platos típicos como el bacán, el cucurucho de coco y bailes como el Kiribá y el Nengón.
 Baracoa, Guantánamo, Cuba. Foto: Roberto Suárez
Su nombre, de origen Arauco, significa existencia del mar y es difícil caminar por el malecón y verlo solitario. Los habitantes de esta urbe tienen una relación especial con ese mar: si ayer les arrancó con furia un pedazo de esfuerzo, mañana vienen con todo y lo dejan como nuevo.
Aquí se va al malecón a bañarse de aire puro y a compartir los días y sus noches, no importa que el sol raje las piedras o que sea bien entrada la madrugada. Largo y serpenteante, el malecón también es parte de los festejos por los 500 de Baracoa.
Llegamos a sus primeras cinco centurias y aún mantiene su trazado urbano original y arquitectura típica de madera, por estos días repasada por manos bondadosas que le devuelven el brillo de antaño. Las calles han sido en las últimas semanas un hervidero de gente envuelta entre ladrillos y cemento, dejando a esta vieja amiga con cara de joven coqueta.
La “primada de Cuba”, además de la belleza inigualable que descubriera Colón, tiene la rara hermosura de una urbe añeja, de calles angostas, ubicada entre montañas, ríos y exuberante vegetación, llena de la religiosidad de los santos católicos y el sincretismo de las deidades aborígenes y afrocubanas.
Baracoa, Guantánamo, Cuba. Foto: Roberto Suárez
A ritmo de conga, bullanguera, orgullosa de sus raíces, Baracoa cumple 500 años. La más pequeña de las villas fundadas por los españoles, pero la primera de todas, nos regala el calor de su gente; la frescura de sus innumerables ríos: Toa, Miel, Duaba…; la imagen del imponente Yunque, la silueta a lo lejos de “La Bella Durmiente”, esa montaña con forma de mujer; las fortificaciones centenarias y una historia rica en legados: la bravura de Hatuey y Guamá, el desafío de Maceo y las enseñanzas de las guerras de independencia.
Así es Baracoa en sus 500 años: añeja como el mejor de los rones, llena de una juventud y alegría contagiosa para los de aquí y de allá. Suenan los tambores de la conga y la calle se colma. Van “arrollando” hasta los menos bailadores. No se puede dejar pasar la oportunidad. También nos sumamos los periodistas de “afuera”. Dejamos de ser de aquí o de allá para ser baracoesos.

Realizan hoy asamblea solemne del Poder Popular en Baracoa

La Asamblea Solemne del Poder Popular y la tradicional misa por el aniversario 500 de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa serán hoy los principales eventos conmemorativos en la Primera Villa y Episcopado cubanos.
Organizadores de las festividades por el medio milenio de existencia de Baracoa, informaron que los feligreses y el pueblo participarán de la Misa prevista para las seis de esta tarde, en la Plaza Cacique Hatuey, en el extremo Este del malecón baracoense.
Quiribá y Nengón, herencia de tradiciones. Foto: Jorge Legañoa
Por su parte, la cita para la Asamblea Solemne es a las nueve de la noche frente al edificio que fue sede del Ayuntamiento de la Ciudad Primada durante la seudo república y hoy acoge a la Asamblea Municipal del Poder Popular.
Como es tradición el cónclave pasará revista a los avances de la obra de la Revolución en el territorio, los cuales exhiben vigorosa recuperación del sector inmobiliario afectado por sendos mares de leva, mayor población beneficiada con el acueducto Duaba y disminución en la tasa de mortalidad infantil.
De igual modo, durante la Asamblea Solemne se estimularán a personalidades, trabajadores y colectivos por sus aportes al mejoramiento de la vida espiritual y material de los citadinos y se convocará a trabajar con más ahínco por el futuro de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa.


Autores: Jorge Legañoa Alonso. Fotos: Roberto Suárez, Jorge Legañoa y Sheyla Valladares.
Fuente: http://www.cubadebate.cu



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El paraíso chileno de Robinson Crusoe

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foto: Efe
▶ La historia de “Robinson Crusoe”, aventura escrita por Daniel Defoe y basada en el naufragio del marino escocés Alexander Selkirk, transcurre en el archipiélago de Juan Fernández, en Chile. Un escondite del que nunca querrá volver.
La isla cambió su nombre original, Más a Tierra, después de que la aventura de “Robinson Crusoe” se convirtiera en una novela de aventuras de gran éxito.
El archipiélago está considerado por la UNESCO Reserva Mundial de la Biosfera y sus cristalinas aguas invitan a la práctica del buceo para contemplar el universo que se abre bajo el océano.
Pasear por la isla y sus parajes es un continuo detenerse a observar. Historia y  naturaleza se dan la mano y las vistas desde cualquier punto son únicas.
Si busca un destino donde perderse y le gusta la aventura y la historia, le sugerimos un lugar que no le defraudará: la isla Robinson Crusoe (antes “isla Más a Tierra”), en Chile, que compone, junto a la de Santa Clara y la más alejada, Alejandro Selkirk,  el archipiélago de Juan Fernández.
En ninguna de las tres  hay cobertura para teléfonos móviles. Lleve efectivo, no hay bancos ni cajeros automáticos, sólo Caja Vecina puede darle moneda, pero no siempre tiene disponible. Tampoco puede pagar con tarjeta de crédito. ¿Cree que podrá  desconectar en este lugar?.
A algo más de seiscientos kilómetros de la ciudad de Valparaíso, dispone de un fácil acceso bien por barco o por vía aérea, gracias a las avionetas.
La isla cambió su nombre original después de que la aventura de “Robinson Crusoe” se convirtiera en una novela de gran éxito. La historia estaba basada en el marino escocés Alejandro Selkirk, que pasó cuatro años allí como naúfrago, después de que lo abandonara el capitán del navío pirata en el que estaba embarcado.
foto: Efe
Como es de esperar, las alusiones al personaje de la novela son constantes. No pase por alto visitar la Casa de la Cultura en Robinson Crusoe, en cuyo interior se encuentra el Museo Alfredo de Rodt y la Biblioteca Municipal Daniel Defoe.
Tampoco se pierda lo que denominan la Cueva de Robinson Crusoe, que corresponde a una gruta de roca, en la que se supone que el marinero Alejandro Selkirk estableció su lugar de operaciones durante su estancia en la isla.
La cueva también es llamada Puerto Inglés, porque en la colina que domina la bahía aún permanecen los cañones del fortín que defendió a la isla del ataque de los corsarios británicos.
Según cuenta la historia de la isla, Selkirk no fue el único náufrago que recaló en este bello paraje y a Hugo Weber se le conoce como el Robinson alemán.  Este marinero sobrevivió en la zona al hundimiento del acorazado Dresden, durante la Primera Guerra Mundial. La Plazoleta del Yunque fue su refugio y la isla le sirvió de morada durante nada menos que doce años.
FLORA Y FAUNA EXCLUSIVA.
La mejor época para visitar la zona es entre los meses de noviembre a abril.
El archipiélago está considerado por la UNESCO como Reserva Mundial de la Biosfera, una de las razones de que la segunda parte de la vigésimocuarta edición de la Ruta Quetzal BBVA, pusiera rumbo a la Isla de Robinson Crusoe, donde actualmente viven alrededor de setecientas personas.
La isla ha permitido a los jóvenes de más cincuenta nacionalidades de esta especial Ruta Quetzal BBVA, conocer especies vegetales singulares, de entre las más de cuatrocientas  que existen y que se prodigan en la zona, como el manzano, la col, el canelo, el naranjillo, el mayu-monte o el olivillo. Además de observar el lobo de mar de dos pelos, un mamífero de casi tres metros, el chivo o el picaflor rojo.
La formación volcánica y su riqueza de flora y fauna convierten a las islas en un reducto exclusivo. En torno a  un 70 por ciento de su vegetación  y un 25 por ciento de los peces que viven en sus aguas son especies endémicas; incluso ciertos animales, como el colibrí o los magníficos lobos marinos, viven casi exclusivamente en ellas.
Para conocer cada uno de sus rincones, permítase el placer de pasear y detenerse para contemplar cada detalle inesperado que le asome en el camino. Paisajes, flora y fauna al alcance de su mano y de su vista. Perciba cada olor y sabor.
No deje de visitar el cerro de Los Inocentes, el Camote, el Yunque y las Tres Puntas, en la zona más occidental de la isla Robinson Crusoe. Esta es la parte más seca y carente de flora. Los bosques y la densa vegetación se sitúan en el sur, en la zona más oriental. Haga una parada en El Mirador.
Los amantes de la naturaleza, el mar y la montaña tienen la diversión en la palma de la mano. Sus cristalinas aguas invitan a la práctica del buceo para contemplar el universo que se abre bajo el océano. Su accidentada orografía con quebradas profundas, acantilados, cordones montañosos escarpados y abruptos, descubren, por contra, un aspecto que  pueden aprovechar los aficionados al trekking.
Pasear por la isla y sus parajes es un continuo detenerse a observar. Historia y  naturaleza se dan la mano y las vistas desde cualquier punto son únicas.

PARQUE NACIONAL DE JUAN FERNÁNDEZ.

Fue en 1574 cuando el marino español Juan Fernández descubrió en el Pacífico este archipiélago, que bautizó con su nombre. Con el fin de preservar estas costas para la corona española, el marino luchó contra piratas y corsarios.
Debido a los constantes ataques que sufrían las islas, especialmente la Robinson Crusoe, se estableció un sistema defensivo basado en la construcción de varios fuertes para que sirvieran de protección contra los piratas y corsarios que asolaban las costas de América.
Fuertes como el de  Santa Bárbara, San José, San Francisco Javier, San Carlos, Español, Fuerte Inglés o Puerto Francés, se ven por los lugares más emblemáticos de las islas.
El más curioso es el de Santa Bárbara, declarado Monumento Nacional en 1979, que se ubica en el pueblo de Juan Bautista, en Robinson Crusoe.
Otras construcciones o lugares de interés son: la Cueva de los Patriotas, ubicada frente al muelle de la isla más grande y que fue utilizada como refugio de piratas, y hoy convertida en  Monumento Histórico Nacional.
Toma el nombre del recuerdo de 42 patriotas chilenos que fueron desterrados a la isla por parte de los españoles, durante el período independentista. Este lugar fue testigo, también, del primer enfrentamiento naval de la Primera Guerra Mundial entre la armada inglesa y la alemana, que se saldó con el hundimiento del acorazado germano Dresden, frente a la Bahía de Cumberland.
foto: Efe
El Parque Nacional Archipiélago de Juan Fernández lo conforman las tres islas y abarca una extensión de casi diez mil hectáreas, de las que la mayor parte de ellas se encuentra en la isla de Robinson Crusoe. 
Si ha decidido llegar por barco, la Bahía el Padre será su punto de acogida a la isla. Esta rodeada por acantilados de tierra de color amarillento con escasa o nula vegetación. Justo al llegar a la bahía se encuentra un islote, conocido por el nombre de “El León”, y a la izquierda se asoma  una formación rocosa conocida como la Capilla.    
Una hermosa plaza acoge a El Arenal, creada a merced de los vientos dominantes y rodeada por acantilados y lobos marinos también en la isla Robinson Crusoe. Un lugar emblemático.
El sector es de difícil acceso y no cuenta con ningún tipo de infraestructura por lo que conviene ir bien equipado.
En esta zona se encuentra una gran colonia del lobo fino de dos pelos, que conviven en unas piscinas naturales de formaciones rocosas. Un camino lleno de contrastes es el que hay que recorrer hasta llegar a ellos. Tonalidades blanquecinas contrastan con caminos de lava... ¡¡No se lo pierda!!.

Por Inmaculada Tapia.
EFE REPORTAJES.

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